El actor Albert Salazar se mete en la piel de Carlos, un chico de quince años, que relata al público su día a día: el instituto, la terapia, los amigos, el amor, el deseo, el miedo… Todo cuanto le bulle en la cabeza sale para ser narrado y dar a conocer su situación. Y es que Carlos es un muchacho magrebí, adoptado por una pareja de catalanes.
Por ello siente que no pertenece a ese lugar. Aún sigue indagando en quién es en realidad y como vía de escape suele salir al parque a bailar hip hop, una forma de convertirse en aquello que le gusta.
Pero, todo se complica más cuando en su primera noche de amor con Claudia, la chica que le gusta, su prima les ve. Ahora Claudia no responde a sus llamadas. Ella es menor y él no pertenece a su misma clase acomodada. Son cuestiones que se van convirtiendo en obstáculos gigantes para él, incidiendo en temáticas como la injusticia social, el racismo, el amor o la familia.