Casi doscientos jóvenes ya se han acercado a visitar el Aula de Energía del IES Francisco Tomás y Valiente. Desde el inicio de este curso, seis centros educativos y más de 160 alumnos han pasado por el Proyecto Solar en el citado Instituto –situado junto a la carretera de Canillas–, en una experiencia que los propios alumnos visitantes definen como “interesante, divertida y educativa”.
A su llegada, los alumnos conocen de primera mano el aula de la energía, un espacio en donde se aloja el corazón de la gran instalación solar con la que cuenta el centro y desde donde se monitoriza toda la producción solar a tiempo real. No se parece a un aula convencional, sino que parece más un laboratorio tecnológico, con pantallas y mesas móviles, y dominado por un enorme mural en el que se representan imágenes relacionadas con la energía rematado por el inversor, que transforma la energía del sol para su consumo. Pueden verse en las pantallas todas las placas de la instalación y comprobar cuánta de la energía que se está consumiendo proviene del sol.
Posteriormente, los alumnos visitantes ven unos vídeos en los que los propios alumnos de Formación Profesional que lideran este particular taller explican qué hace falta para transformar la fuerza del sol en energía. Tras verlo, se establecen una serie de dinámicas adaptadas al nivel académico de los alumnos visitantes. Hasta ahora, han recibido alumnos desde Primaria hasta Bachillerato, y el contenido académico de las visitas se adecúa a la edad y nivel de los participantes. Se adaptan los materiales desde dinámicas más lúdicas con puzles o juegos de mesa diseñados para la ocasión, o bien permitiendo a los alumnos con una formación más técnica comprobar los niveles de generación energética con herramientas o incluso montar parte de instalaciones preparadas para la ocasión.
“Enseñar estos contenidos en un espacio tan preparado como este, marca la diferencia respecto a hacerlo en nuestras propias aulas”, comentan algunos de los profesores visitantes, contentos con cómo sus alumnos viven la experiencia. Resulta curioso comprobar cómo el impacto de esta iniciativa llega incluso a los profesores visitantes que desconocían el trabajo que se está haciendo en los centros de Formación Profesional.
La visita se remata con una muestra de proyectos realizados por los alumnos de Grado Superior, entre los que se encuentran brazos robóticos programados, coches teledirigidos inteligentes o el funcionamiento de una vivienda completamente domotizada gobernada por la voz con el que los alumnos visitantes pueden además interactuar.
“Lo mejor, es que los propios alumnos de Formación Profesional son los responsables de liderar la visita y de responder todas las dudas”, comenta Tomás Alonso, director del Instituto Francisco Tomás y Valiente. “De este modo la transferencia de conocimiento se realiza de alumno a alumno y así hay menos barreras para el aprendizaje”.
Recientemente este proyecto ha sido galardonado con un premio de la Convocatoria Dualiza, de carácter nacional para impulsar proyectos innovadores de centros educativos, siendo uno de los tres centros de toda la Comunidad de Madrid en recibirlo.
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